Jack decía que su hermano era el mar

La entrañable historia acerca de una chica con una enfermedad crónica que es capaz de reconstruir su vida y descubrir el apasionante proceso de reconocerse a sí misma. A pesar de una enfermedad crónica que ensombrece sus días, la protagonista de esta historia decide no caer en la tragedia y encara la vida con una actitud abierta, ligera y valiente, sin renunciar a uno solo de sus anhelos. Una lectura ideal para un público joven. La protagonista de esta novela es una joven llena de sueños: estudia en París y quiere enamorarse; ha vivido en distintos países y quiere ser escritora; ha conocido culturas extrañas y a gente extraordinaria, pero lo más importante de todo: quiere seguir viviendo, pues padece una enfermedad crónica que ensombrece sus días. Ante este panorama, ella decide no dejarse arrastrar por la tragedia. Al contrario, encara todo con una actitud vital, sin renunciar a uno solo de sus anhelos. Se mantiene en pie, decidida a afrontar todo lo que le depara su destino, entre fiestas, canciones, películas, series de televisión y anécdotas entrañables. Mientras lucha por reinventarse, nos comparte inolvidables momentos y aventuras, marcados por la amistad, el romance, la solidaridad, los sueños, la cercanía o la partida de los seres queridos, la soledad, el desamor y los encuentros. Un libro ameno y conmovedor que nos invita a reconciliarnos con aquello que nos ha tocado vivir y reconstruir nuestra travesía vital justo como lo que es: un gran juego en el que debemos guiarnos por la pasión y la esperanza.